Se respiraban nervios en la patinoire.
Improsibles sabían que se enfrentaban a los ganadores de las dos últimas ediciones de la Liga. Los
Doctores sabían que tenían enfrente jugadores capaces de darle la vuelta a una historia en cualquier momento. Pero los nervios se convirtieron en historias y en personajes tan alocados como un perro de dos cabezas, fiel reflejo de lo que es jugar en equipo una mixta.
Finalmente los Doctores sacaron toda su medicina pesada, ofreciendo grandes momentos al público, como una delirante cronometrada que puso la sala triángulo patas arriba.
8-3 para los Doctores que esperan ansiosos ver quién será su rival en la final.
La respuesta, en la siguiente semifinal el 7 de Diciembre entre Calambur e Impar.
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